miércoles, 30 de junio de 2010

Terapia (II)

"A lo único que le teme el hombre es a su propio deseo"

Empecé el post anterior con esta frase que encontré... no recuerdo dónde.

Pero hace algunos días que la tengo en la cabeza, porque es un tema que vengo tratando en mi terapia. (Este blog tiene mucho que ver con ese proceso). Y a falta de tiempo (estaba trabajando), sólo tuve el impulso de pegar mi foto en negativo.

Hay que dejarse llevar por el instinto es una de las frases que más se me grabaron en los DOS cursos de preparto que hice (tan exagerada!) y bueno, ahi se vio el resultado. :)

Pero, aunque estoy un poco muda ultimamente, quiero contar que fue lo que quise decir.

Es que tengo algunos sueños, de los "recurrentes", donde más allá de que las escenas se parecen mucho, lo que más se repite es el sentimiento al experimentarlos: el miedo.

Y sobre los sueños muchos opinan, los hay quienes dicen que son los propios deseos que a uno les da temor el concretar (porque los juzgamos y nos condenamos, tal vez) y los soñamos en otros, recreando de esta manera ese fucking miedo, como si ese sueño fuera un negativo de nuestro íntimo anhelo.

Algunos de nuestros miedos son producto de nuestros propios deseos. No de los lindos. Sino de aquellos que deseamos que se concreten para confirmarnos en nuestra frustración. 

Los necesitamos para vivir. Los deseamos. Oh si!

El hombre le tiene miedo a sus propios fantasmas.

Uno mismo los crea.
Y uno conoce la fuerza del daño que nos puede provocar.
No es agradable encontrar que a veces hay un morbo en eso.
Pero es muy reconfortante poder sacarlo a la luz.





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