viernes, 18 de septiembre de 2009

Lección III: Se agrandó la ronda

Una vez lei en un texto firmado por Lalo Mir "Cuando tenés un hijo, le empezás a dar mate cuando te pide. Se lo das tibiecito, con mucha azúcar, y se sienten grandes. Sentís un orgullo enorme cuando un esquenuncito de tu sangre empieza a chupar mate. Se te sale el corazón del cuerpo..."


Y yo pensaba que eso pasaba despues de unos años. Un par al menos.

Pero Juan decide sus tiempos dejandonos boquiabiertos. Estabamos en el parque, tomando mate. Y de repente, el bebuti me busca la bombilla. No me sorprendí mucho porque muchas veces amagó.

Tan chiquito y todo un rito para él: Acercaba su boca a la bombilla y la alejaba como si tuviese miedo a que esté caliente. Lo repetía varias veces, concentrado. Pero ahi quedaba.

Y esta vez, se animó.

No puedo creer que seamos los espectadores en primera fila de sus logros.

Apoyó su boca en la bombilla y aspiró.
Primero lo saboreó y le gustó! Y hasta hizo sonar el ruidito del último sorbito.

Lo llenamos de aplausos. Y él feliz.

Se nos agrandó la ronda del mate.
Tenés razón Lalo, se te sale el corazón del pecho...



2 comentarios:

Mariclo dijo...

Que emoción negra!!! Me lo como!!!
Imagino que se te sale el corazón...siempre me dió mucha ternura ver a los chiquitos bien chiquitos tomar mate...quien sabe porqué es asi?? porqué esa cosa que "los grandes" hacemos tan naturalmente cuando la vemos en una criatura emociona tanto...obviamente sin comparación si es tu hijo, no?

Lourdes dijo...

No dejo de sorprenderme con la expresividad de los nenes. Me pasa con Juan, me pasa con mis sobrinos. Ellos te miran todo el tiempo. Y cuando la veo a Greta acunando a su bebé tal como lo hacemos las mamás me muero de amor.
Por eso titulo estos post "Lección nro..." porque ellos nos muestran los pequeños actos de la vida y cuales son importantes y por que.
Te mando un beso grande ♥

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