sábado, 17 de octubre de 2009

Lista negra

Ayer recibí en mi correo un mail que llega todos los viernes, una micropublicación virtual, semanal y gratuita que se titula "El Regalador".

Todos los viernes desde hace un par de años, me regala poesias, cuentos, citas con los que me alegran este ultimo día laborable.

Ayer, cuando lo abrí me encontré con esto que dijo alguna vez Milan Kundera:

"El peligro del odio consiste en que nos ata al adversario en un estrecho abrazo"

La frase se instaló en mi cabeza, desde que la leí hasta ahora que estoy sentada escribiendo este post.

Me puse a pensar en la gente que por algún motivo- grande o no- causó una herida en mi corazón.

Personas de las que me alejé fisicamente, pero cuando las veo una punzadita aparece.

También vinieron a mi mente aquellas a las que yo defraudé, o herí o no cumplí con sus expectativas. Esas personas que una vez me sonreian y ahora me devuelven una mirada fria.

Aunque no me gusta emplear la palabra odio, en este caso la utilizo para diferenciarla del sentimiento de indiferencia. Ayer miré mi lista de odios y entendi que el enojo me une tanto como el amor.

Esa lista existe, aunque en mis ganas de vivir la vida rodeada de amor, desearía que no. Existe, es mía y duele.

Esta lista es parte de una totalidad mía. Y es más... me atreveria a decir que tiene que existir porque tal vez el amor pasa por este estado. Muy humano. Y yo qué soy?

Me dejó pensando que ese abrazo tiene otra energía y otro color. Pero es un abrazo al fin.

Creo que a veces esas personas están más cerca de lo que queremos.
Algo debemos aprender.

Hoy me quedo pensando en que es imposible renegar (re-negar) esa lista. (Ahora mismo la estoy leyendo).

Creo que es bueno escucharme...


2 comentarios:

Mariclo dijo...

Negra, que buena reflexión!!! Lo que mas me conmueve es la sinceridad, es el coraje de poner tu alma al desnudo, con le que gusta y lo que no!!
Me encantó!!!!

Andrea dijo...

Renegar de nuestros lados oscuros es no aceptarnos...sí somos humanos y por ende imperfectos...porque lo único perfecto es Dios. Esto trae a mi cabeza automáticamente a Nicolás q me dijo: " Y vos que te pensás que sos?" Sí, mal que nos pese nosotros,los mortales, debemos sentirnos satisfechos con el hecho de transitar no con poco esfuerzo el camino de lo perfectible. Eso ya es todo un logro!

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