miércoles, 26 de enero de 2011

Campos electromagnéticos


Un tema que muchas veces ronda mi cabeza es el de las ondas electromagnéticas que pululan a mi alrededor (a nuestro alrededor).

A veces me da escalofrío pensar que en mi casa hay artefactos que durante 24 horas me irradian algo que no se bien de que se trata pero me traspasan el cuerpo, como fantasmitas. El celular, la computadora, el televisor, entre los más pop.

Por ese motivo no existen ni la tele ni la pc en mi dormitorio (aunque hay un tele en lo de juan y que a veces recuerdo desenchufar).

Ayer miré una entrevista a un niño índigo argentino llamado Ghan. No lo conocía, agarré la nota empezada pero en seguida me atrapó. Hablaba sobre este cambio que está atravesando la Tierra en este comienzo de la Era de Acuario. Y de las modificaciones en el campo electromagnético del Planeta. Y explicaba que eso producía algunos efectos en nosotros como la inquietud de volver a la nutrición vegetariana para eliminar las energías densas que hasta ahora necesitabamos para vivir.

Entre otros cambios que mencionaba habló sobre las percepciones que pueden empezar a manifestarse en nosotros como telepatías, premoniciones, telequinesis...

A veces es difícil contar las cosas que experimentamos en esta materia. Últimamente me suceden algunas cosas que me maravillan por su fuerza. Aunque todavía no pueda comprender bien qué es lo que debo aprender de ellas o cómo utilizarlas.

Les dejo mi última experiencia:

Este verano nos fuimos de vacaciones a Uruguay, a un balneario en La Paloma que se llama Costa Azul. Tuvimos unos días hermosos, tranquilos, en los que disfrutamos muchisimo tanto de la playa como de Juan, de la tranquilidad y amabilidad de los uruguayos (que siempre pondero, por cierto).

La última noche, hablábamos con Mauro acerca de lo raro que nos resultaba no estar pendiente de nuestros bienes personales ya que en el lugar se respiraba seguridad.

Esa noche, Mauro quiso dormir con la ventana abierta de uno de los dos dormitorios de la casa que alquilabamos. Yo le pedí que no y él me insistió que no pasaba nada, y finalmente accedí (recordando toda esta charla que habíamos tenido previamente). La noche transcurrió tranquila. Fue la única noche que no sufrí insomnio (a esta altura de mi embarazo me despierto muchas veces durante la noche, lo mismo que Juan para pasarse a nuestra cama). Pero esa noche, no. Dormimos los 3 como unos angelitos.

Cuando nos despertamos, nos abocamos a tarea de cargar el auto y me di cuenta que no estaba mi cartera. Empecé a temblar.
Mauro, siempre optimista, trataba de tranquilizarme diciéndome que seguramente la habíamos olvidado en el restaurante donde cenamos horas antes. Yo sabía que eso era imposible.

La ventana que dejamos entreabierta la noche anterior estaba abierta de par en par y ahi las sospechas de robo se confirmaron. Yo salí de la casa a inspeccionar si no la habían dejado tirada con la documentación en los alrededores. Salí con tal convicción de que iba a encontrarla que cuando finalmente divisé mi cartera con todas las tarjetas de crédito en su lugar lloraba como si se tratase de un milagro.

Sólo faltaba el dinero (que eran todos nuestros ahorros en dólares que habiamos llevado por "las dudas" - Hasta nos dejaron la cámara de fotos) y la notebook, que nos dimos cuenta de su ausencia en el momento que encontramos la cartera.

Pero lo que quiero contar de esta experiencia, es que durante 3 noches seguidas antes de iniciar el viaje soñé que me robaban. Una vez vi la cara de los ladrones. Las otras no. Pero esos sueños me dejaban un sabor amargo. Y pensaba que tal vez iba a vivir algún contratiempo pero no creia que seria un robo concreto.

Fue muy fuerte esa sensación de robo así como la convicción de que las cosas estaban desparramadas cerca de la casa.

Lástima que no tuve la suficiente claridad para prevenirlo, ese hubiese sido mi deseo. Pero tal vez no sea el prevenirlo lo que tenga como fin esta percepción.

Todavía no lo sé.

Pero confío que es parte de algo que tengo que permitir que fluya.

Te suceden cosas parecidas?

4 comentarios:

eralamaga dijo...

Querida Lourdes!! Te contestaria con una charla de hooooras mate por medio, como le digo a Gaby, pero por ahora me conformo con decirte que por experiencias parecidas y tratando de buscarle el lado positivo, si no hubiera pasado asi, quizas no hubieras confirmado el poder de tu intuicion tan fuertemente! La proxima vez que sientas una coneccion tan profunda seguramente no van a caber dudas. Me alegro de que no haya pasado a mayores! Que bueno que estan todos bien!!
te mando un beso grandote!
(la peli de Matias viste? yo la tengo, te la puedo grabar si queres)

Lourdes dijo...

Hola Lucía!
Que lindo sería que algun dia nos juntemos a tomar esos mates :)

No tengo la pelicula de Matías, si tenés ganas de grabarmela estaria buenisimo!

Y creo que tenés razón, lo que tengo que aprender es a darle valor a estas manifestaciones y no descartarlas como casualidades.

Besos!

eralamaga dijo...

Dale! Mandame tu direccion postal en un mail, pero no prometo que sea ya porque no tengo grabadora de dvd.

Luisina Serenelli dijo...

wowwww! no había leído esta entrada, voy a-tra-sa-dí-si-ma con la lectura de los blogamigos :)
Bueno, qué cagada lo del robo, yo no puedo pegar un ojo con las ventanas abiertas, así que hubiera llorado hasta que David las cerrara jajaja!
qué impresionante lo de los sueños y eso...yo soy nula con la intuición, creo (estoy convencida) que no lo veo porque me da miedo :S

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